NUEVO
Ha llegado el tiempo de volver a la calle.
De buscarte.
De remangarse la falda,
de vestir tacones et rouge de bourjois sur les lèvres.
Volver a la guerra, cansada de barrer en la trinchera los gusanos que quedaron cuando volaron las mariposas sin indulgencia.
Me falta elegir la música, porque no sé si haremos el amor o follaremos,
hacerlo contra la pared o el suelo, contra ti, contra mí,
contra el olvido...
y el cariño
... y el perdón.
Voy a encender velas para ahuyentar las ánimas que habitaron tu cuerpo
con mayor o menor fortuna.
Tengo previsto volatilizar de tu cuerpo la lujuria
para bendecir,
con sudor,
los pecados que nos quedan por cometer
(los anteriores ya ni esperan redención).
Llevarte a la tercera conjugación para hacerte reír, sufrir, vivir, morir, gemir, sentir...
Me falta un ingrediente, claro.
Es por la falta de romanticismo que olvidé la luna.
Esperaremos a que esté creciente para que el cielo te sonría
y te acribille su luz a través de la persiana en proyecciones estratégicas
que inciten a buscar tu sabor
y no olvides que,
aunque vulgar,
te he dicho en carne lo que no acertaba con la voz.
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