PRINCESAS Y DINOSAURIOS

Princesas y dinosaurios o mi primer beso.
Dice mi sobrina de dos años que las chicas somos princesas y los chicos dinosaurios.
Mi primer beso me dio un asco que casi me muero. Yo tenía quince años. Lo sé un poco retrasada ( todavía lo estoy). Yo había practicado. Flexionaba mi brazo y besaba apasionadamente el ángulo recto resultante. Peeeero, también había leído que con cada beso se intercambian entre los besantes dos millones de bacterias (maldita manía la de leer).
Mi Novio, por aquél entonces, era más alto y más mayor que yo. Él era un buen chaval y yo... una chavala. Ese día me arrinconó, puso su dedo índice en forma de anzuelo bajo mi barbilla y le mostró a mi cabeza la dirección a seguir... evidentemente mi boca se entreabrió pero fue más debido al descontrol postural que al deseo. Me besó, bueno... me chocó los dientes... varias veces... creí que me acabaría partiendo la pala... pero lo peor estaba por llegar... cuando me metió la lengua me sentía morir, nada de danzas húmedas de cuerpos deseosos: No. Cada vez que él empujaba con su lengua, yo echaba la mía hacia atrás... la escena se repetía. Con cada nuevo envite, yo retrocedía, pensé que me la acabaría tragando y moriría de beso. Definitivamente, no le quería lo suficiente como para compartir bacterias. Visto, lo visto optó por comerme literalmente la boca. Toda mi boca cabía dentro de la suya. El dinosaurio se había comido, para siempre, a la princesa.

Dejé de hablarle durante 3 semanas. Por entonces yo vivía en un humiiilde edificio de cinco plantas, helado y con ventanas al patio de luces, era una especie de nicho para vivos. Él me traía flores todos los días. Mi madre, afrontada me reñía: Mila, por el amor de Dios... yo le respondía: ¿por qué tanta flor? ¡aún no estoy muerta!
Lo volvimos a intentar... Nos pasamos un año a besos, hasta que no pude más. Me dijo que si le dejaba se alistaría en el ejército. Le dije que vale.
Se hizo paraca... A pesar de todo, hoy sigo pensando que no beso tan bien como para eso...