TENGO UN PEZ EN EL CORAZÓN


Hoy he hecho puchero
Hoy he hecho puchero en la olla exprés por falta de tiempo e interés.
Hoy a las 2 el puchero que he hecho estaba sobre la mesa y, tan caliente, que casi se le cuecen las pupilas como dos huevos duros al acercar la nariz al caldo.
Sólo casi.
Y yo respiro/suspiro y me enamoro otra vez al verle de nuevo a salvo.
Yo le amo. Estoy enamorada hasta el tuétano.
Tengo tanto amor dentro que de morirme ahora mirándole sorber la sopa, en la autopsia saldría su foto.
Tengo amor para pringar de tinta la celulosa de medio planeta, procesada y no, para guardarme el recuerdo para cuando ya no le quiera.
De repente coge el hueso que he echado en el puchero y... ¡Ah! se ha tragado el tuétano del cerdo de un chuplido.
¿Y si era un cerdo enamorado? ¿Y si ahora me ama como un cerdo? y clava sus uñas en mi espalda como el águila al conejo, el conejo a la lechuga, la lechuga a la tierra... ¿y si me penetra como las canciones a los recuerdos y los recuerdos a una realidad intangible y desmejorada o como el domingo penetra al lunes... y si chilla durante el orgasmo... y si la vida se para y nos da la oportunidad de cuidarnos?

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