T2

No recuerdo exactamente cómo nací.
No recuerdo si construyeron después de que yo naciera una casa a mi alrededor y un pueblo alrededor de mi casa y luego echaron paladas y cubas de agua a mansalva para construir un mar que chuperreteara el pueblo.
Hago fuerza. Mucha fuerza y no consigo acordarme de prácticamente nada.
Mi madre empujándome desde dentro, el médico tirándome de la cabeza... ¿Te imaginas que no hubiese estado bien pegada y me hubiese convertido en una "Sleepy Hollow" enamorada eternamente cabalgando sobre un valeroso hipocampo? Y yo soñaba desde dentro de la barriga de madre ser como "Ponyo en el acantilado". Deseaba salir para ser una niña y después una adolescente y después una mujer. Que me crecieran los brazos rápido para abrazar a T.
No recuerdo si vosotros ya estabais aquí.
Es más. No recuerdo que T ya estuviese aquí.
Esperándome.
Esperándome con la mercromina para cuando me cayese con la bici.
Esperándome al llegar a casa para sujetarme el pelo la primera vez que llegara borracha mientras vomitara o para secar mis lágrimas con las mangas de su camisa cuando me dejara mi primer novio o mi primer hijo...
Imagino a T igual que al tiempo.
Sentado. Mirándome. Cuidándome. Esperándome.
Y yo soy el barro, mis ojos son de color barro y mi pelo color barro claro y mi piel textura barro seco y mis labios barro mojado.
Y el tiempo el alfarero.
Y T ya no está.
T nunca estuvo, ni me esperó, ni me cuidó.
T es una luciérnaga. Un bicho. Un bicho muy feo pero que le brilla el culo y ya solo puedes observar el milagro.
Yo he visto a T  brillar con mis ojos color barro. El culo, la cara, la sonrisa, la vida... 
Ojalá su espejo con mis ojos.
Yo he visto a T brillar antes de nacer.
Por eso nací. Antes que el mundo y que vosotros, para esperarle y verle brillar aunque solo fuera una vez.

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