EL AMOR SE ACABA
El amor se acaba cuando menos te lo esperas.
Y desde la acera pude ver cómo se alejaba en cristiana postura de contrición exponiendo su nuca al disparo que lo frenase justo en las antípodas de su porte esbelto, erguido y seguro.
Ese ser mitológico de hormigón y ferralla le engulló a través del ascensor y le llevó al lugar donde yo ya nunca jamás sería y aunque quise correr, no lo hice. Me quedé abrazada a mis rodillas, al dolor y a la frustración como la gallina al sentimi
ento de maternidad aún sabiendo que parirá huevos para tortilla y no a un polluelo rubio que heredase sus mismas plumas.
Llegué a casa y me masturbé la despedida hasta casi partirme los dedos desechando la idea insincera de mi suicidio.
Una vida mediocre no merece decidir la elegancia de cómo termina... además, nadie muere como Bowie.
Y desde la acera pude ver cómo se alejaba en cristiana postura de contrición exponiendo su nuca al disparo que lo frenase justo en las antípodas de su porte esbelto, erguido y seguro.
Ese ser mitológico de hormigón y ferralla le engulló a través del ascensor y le llevó al lugar donde yo ya nunca jamás sería y aunque quise correr, no lo hice. Me quedé abrazada a mis rodillas, al dolor y a la frustración como la gallina al sentimi
Llegué a casa y me masturbé la despedida hasta casi partirme los dedos desechando la idea insincera de mi suicidio.
Una vida mediocre no merece decidir la elegancia de cómo termina... además, nadie muere como Bowie.
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