Cronopios

Nací vieja y a empujones. Quiero decir que mi madre cuenta que tardé 15 días y 10 horas. 

Pero es que yo no quería... 

Y mi madre gritaba... 


y mi padre, vestido de verde y bigote gritaba. Pedía que me dejasen y salvasen a su mujer. 

- Olvídalo mama (así, sin acento, que yo soy de pueblo y sin dinero) que yo no salgo, que me da miedo 

- ¡Empuje! chillaba una enfermera subida encima de su barriga.

 Pero es que yo no quería.

A mí me olía el pelo aún al humo de la última vez que me quemaron por bruja. La vuelta del cordón impedía que se me soltase la cabeza, como cuando me decapitaron a lo Maria Antonieta (l'autre chienne) y había olvidado los pasos del último tango que bailé en París. Sabía de mis otras vidas, de mis hechos, de mis otros cuerpos, hasta de mis otros lechos... pocas veces me dio tiempo a morirme porque me mataban antes y sabía que en esta vida me iban a follar hasta sin sexo. 

Resignada y con fórceps me empujaron a la vida con un par de azotes que me hicieron llorar y por los que aún lloro  

- ¿Niño o niña? -

- Ha tenido usted un cronopio... suerte y que Dios la bendiga.




Comentarios

Entradas populares