T en el incendio
Estoy sentada en un banquito cualquiera. Alguien deliberadamente lo ha puesto mirando al acantilado. De espaldas a lo humano y habitable y de cara al abismo del embobamiento preconcebido que provoca el mar y su espuma. A este mar es muy difícil ponerle un barco que le cabalgue, sólo Tritón parece danzar cómodo igual que una ballena beluga en el abismo azul.
En estos profundos pensamientos me hallo cuando comparece en mi campo de visión una bolsa de plástico. Creo que el diablo juega con ella y la sopla, conoce de su incorruptibilidad, la llena de aire y la hace volar. Parece una gaviota pero sin alas, sin pico, sin voz...bueno... tal vez no parece una gaviota, parece una bolsa eterna e inmortal bailarina acrobática. De repente me ataca. Se me pone en la cara y como estoy tan sorprendida, hiperventilo y como hiperventilo, me ahogo y como me ahogo no puedo pensar y quitármela al menos de la nariz,
como aquella vez que T me dejó sin aliento por...
T tiene el corazón muy pequeño. Pequeño como un pulpito encebollado, como un sábado noche, como un invierno en el levante, como un piso el el raval. Tiene el corazón tan pequeño que lo tiene que subrayar con fluorescente amarillo para que la gente lo vea y se Le llena enseguida, con poquita cosa. Con un equipo de fútbol o un adagio o un par de amigos y una rubia y ya con eso rebosa de ocupación.
Me dijo T que se marchaba a París a pasar la semana santa la última vez que le vi. No le di importancia. Le vi preñado de palabras tropezadas y entendí que el titubeo estaba engrasando el porvenir de una mentira si la conversación continuaba. Así que le dije adios moviendo la mano enérgicamente de derecha a izquierda a la altura de su cabeza 5 o´6 veces como borrando su presencia con una bayeta imaginaria y me marché.
La última foto que colgó estaba frente a Notre Dame. Llevaba puestas las gafas de sol, así que no puedo saber qué estaba pensando. Acabada en 1345, T... que me imagino que sería viernes a las 3 de la tarde y a los obreros sacudiéndose el polvo de las manos en los pantalones y mirando hacia arriba y exclamando "¡bueno, pues esto ya está!" o lo que viene siendo en francés "c´est fini!"
De 1345, T ... y ahora la gente no para de colgar fotos de la catedral, por suerte no sales en ninguna. Hay que ver que empáticos somos los españoles con los franceses, más que con ningún otro pueblo, Supongo que porque aún le "agradecemos" que Napoleón nos devolviera a Fernando VII(hiiijo de... Borbón).
Las noticias están llenas de esta noticia, T. Cuando te dije que quería una prueba de amor que recorriera el mundo no pensaba que te referías a esto. Cuando te dije: yo nunca he visto París y me respondiste "si miras al cielo esta noche, si no está nublado, lo podrás ver desde aquí". me quedé clavada a una pata, entre el suelo y el cielo, como un flamenco rosa al que se le cae encima una tonelada de sorpresa. Sólo un enano cabrón lo había intentado antes para dejar pasmada a Eva B.
Simbolo del gótico y de Francia y de Disney, T... de 1345... Yo también te quiero.
En estos profundos pensamientos me hallo cuando comparece en mi campo de visión una bolsa de plástico. Creo que el diablo juega con ella y la sopla, conoce de su incorruptibilidad, la llena de aire y la hace volar. Parece una gaviota pero sin alas, sin pico, sin voz...bueno... tal vez no parece una gaviota, parece una bolsa eterna e inmortal bailarina acrobática. De repente me ataca. Se me pone en la cara y como estoy tan sorprendida, hiperventilo y como hiperventilo, me ahogo y como me ahogo no puedo pensar y quitármela al menos de la nariz,
como aquella vez que T me dejó sin aliento por...
T tiene el corazón muy pequeño. Pequeño como un pulpito encebollado, como un sábado noche, como un invierno en el levante, como un piso el el raval. Tiene el corazón tan pequeño que lo tiene que subrayar con fluorescente amarillo para que la gente lo vea y se Le llena enseguida, con poquita cosa. Con un equipo de fútbol o un adagio o un par de amigos y una rubia y ya con eso rebosa de ocupación.
Me dijo T que se marchaba a París a pasar la semana santa la última vez que le vi. No le di importancia. Le vi preñado de palabras tropezadas y entendí que el titubeo estaba engrasando el porvenir de una mentira si la conversación continuaba. Así que le dije adios moviendo la mano enérgicamente de derecha a izquierda a la altura de su cabeza 5 o´6 veces como borrando su presencia con una bayeta imaginaria y me marché.
La última foto que colgó estaba frente a Notre Dame. Llevaba puestas las gafas de sol, así que no puedo saber qué estaba pensando. Acabada en 1345, T... que me imagino que sería viernes a las 3 de la tarde y a los obreros sacudiéndose el polvo de las manos en los pantalones y mirando hacia arriba y exclamando "¡bueno, pues esto ya está!" o lo que viene siendo en francés "c´est fini!"
De 1345, T ... y ahora la gente no para de colgar fotos de la catedral, por suerte no sales en ninguna. Hay que ver que empáticos somos los españoles con los franceses, más que con ningún otro pueblo, Supongo que porque aún le "agradecemos" que Napoleón nos devolviera a Fernando VII(hiiijo de... Borbón).
Las noticias están llenas de esta noticia, T. Cuando te dije que quería una prueba de amor que recorriera el mundo no pensaba que te referías a esto. Cuando te dije: yo nunca he visto París y me respondiste "si miras al cielo esta noche, si no está nublado, lo podrás ver desde aquí". me quedé clavada a una pata, entre el suelo y el cielo, como un flamenco rosa al que se le cae encima una tonelada de sorpresa. Sólo un enano cabrón lo había intentado antes para dejar pasmada a Eva B.
Simbolo del gótico y de Francia y de Disney, T... de 1345... Yo también te quiero.
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