Me dejaba todo el rato

 La primera vez que me dejó, lo hizo por WhatsApp y sin acento en “déjame”. La segunda, en persona, pero con la misma falta de convicción. Como si romper conmigo fuera una tarea doméstica:

Me dejaba tantas veces que una nochebuena le compré una colonia a su madre y me planté en su  casa a la hora de cenar y en mi silla había una morena que por lo visto había llegado antes que yo y ya me explicó la suegra de la muchacha que este año no me tocaba allí, que a ver qué tal se  daba la noche de reyes

Me fui con el orgullo y la colonia en el bolso. En la esquina me crucé con su primo, el del coche tuneado y la risa fácil, que me preguntó si quería subir a tomar algo “para no cenar sola”.


L


e dije que no, pero por un momento pensé en tirármelo, la verdad. Pero había nevado, y hacía un frío de esos que te hacen cuestionar si realmente vale la pena ver a un tío quitarse los pantalones con calcetines puestos. 


Así que me fui a casa, me metí en la cama con el abrigo puesto, y decidí que si tenía que arrepentirme de algo, al menos que fuera en mi refugio  y no de estar con un tipo que dice “follisquear”.

Hay un grupúsculo en el bando masculino que habla casi guturalmente como si acabarán de pintar un bisonte en la escalera de su casa.  Acortan palabras y las disfrazan con la lengua del "my name is..." porque creen que mezclar inglés con desprecio les da carisma.

Dicen cosas como “bro, chill” cuando tú les estás contando que tu terapeuta cree que estás en un bucle autodestructivo por culpa de un señor que pronuncia “perdón” como si le provocara algún tipo de alergia.

Y claro, ahí está el motivo por el que siempre vuelvo con él: porque me deja huecos para la esperanza, aunque sea con consonantes mal puestas. Y porque cuando me dice “tú y yo somos muy de rayarnos pero nos queremos”, una parte idiota de mí lo toma como si me hubiera recitado a Benedetti.

Mi requete ex. Es un ser singular, al menos a nosotros nos lo parece. A todos de alguna manera. Viene y me dice que no me puede olvidar, que la otra no le hace sentir lo mismo que yo y blablabla. Y yo vuelvo porque me pilla el cuerpo del revés, porque es precioso como un campo de Albacete y porque no tengo nada mejor que hacer y ya me sueño con todas las aberraciones que le voy a decir cuando se esté quedando dormido en el sofá sobre lo que me hizo con esas y lo que me jodía.

Entonces le preguntaba: estás dormido? - sí.


- ah. Pero estás soñando con ella?

- pero qué dices?

Ya tenía la munición preparada.

—Es que como suspiraste así... como con nostalgia. Como si  estuvieras viendo fotos que yo no tengo.


—No seas paranoica...


—¿Paranoica yo? No, hombre, solo curiosa. Curiosa de saber si la echas de menos más de lo que me dices.


Él resoplaba, se daba la vuelta como si enroscándose pudiera escapar del juicio. Pero ya era tarde. Yo no quería respuestas, quería que no durmiera. Que sintiera en el cuerpo lo que yo llevaba años sintiendo en el pecho, pero ese día decidí marcharme yo.

Al ponerme las bragas me miré al espejo y pensé, incluso sentí que estaba monísima. Me puse el collar de perlas falsas de las buenas y los tacones y me fui a la calle. Bajé las escaleras como si estuvieran iluminadas solo para mí. Como si cada peldaño dijera: dale, reina, que ya era hora. Le oía gritar. Gesticulaba con todo el cuerpo, pensaba que se iba a caer por el barandilla. Que estaba loca decía. Me giré, me bajé las bragas y le grité - sí, loca del coño, en mi prime y ahora te dejo yo.

Me sentía gloriosa. De esas veces en que el dolor se convierte en escote y la dignidad te talla las caderas.

—¡Sí, loca del coño! Pero en mi prime. Y ahora, cariño, te dejo yo. Ya te quiero poquísimo, creo que te quiero menos que cuando no te conocía.


Y ahí, con las perlas falsas brillando como una vedette sobre unos tacones que parecían ser parte indivisible de mi propio pie me fui. 

Sin mirar atrás. 

Porque a veces, lo único que necesita una mujer es bajarse las bragas en el momento justo para recordar el tamaño de su miembra y largarse como si el mundo le perteneciera.




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