TÓCALA OTRA VEZ, SAM

Tócala otra vez, Sam.
Sam es hoy Spotify.
Imagino a Sam haciendo este trabajo un domingo por la tarde y contestarme:
 - ¿has visto mis manos? ¿ves los callos? si ahora mismo te hago un dedo te desuello. 
Pero... estamos en casi en el 2017, creemos que hemos sobrevivido a cien profecías y que el Apocalipsis es una enfermedad venérea y el trabajo de Sam lo hace "one fucking machine..."
Y con la música el corazón y su pulsión golpea las costillas con el galope de cien caballos rojos por minuto, languideciendo su color e irritando la espera.
Me persigue un círculo de ausencia infinita...
Y el recuerdo mórbido y sacrílego de la última mamada de hiel blanca profana su pureza. 
Tócala otra vez, Sam.
Y se acalla el eco de amores prescritos y deja en la lengua el sabor añejo de un cuento de almas errantes a la deriva.
Tócala otra vez, Sam.
Y sabes que la osadía y la velocidad es prestada, es la herencia genética de tu padre igual que el olor a jazmín lo es del tiempo...
Un mar de huellas cristalinas resbalan por mis mejillas desde unos ojos color patata vieja que ni se embarran ni se cierran.
Y Sam la toca... otra vez... por piedad... y el amor horada el silencio de gemidos y "ay-es" como una suave y tímida destilación de vida.
-Tranquila...
-Respira...



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