NOS HACEMOS MAYORES A LO LOCO

Hoy he visto a X . Después de tantos años, la sensación de que el tiempo se ceba con algunas relaciones empezaba a oprimir mis pulmones haciéndome hiperventilar, cosa que yo intentaba camuflar con un hipo nervioso que me parecía más políticamente correcto.
Conforme avanzaba la anodina charla su piel se iba desaturando alcanzando un tono antiguo de fotografía impresa. Su perfume simulaba un degradado olor de amoniaco rociado a discreción por aquella cocina de azulejo verdazul de la infancia, saturando mi pituitaria y congelando mi asertiva sonrisa de Giocconda con flequillo. Increíble todo lo que se puede conseguir antes de los 40 sin haber estudiado... ¿Qué barra de labios usará? Siempre tuvo una boca preciosa, la verdad. Vocaliza tanto al hablar que no puedo dejar de mirarla.
Pensé que de un momento a otro me caería panza arriba y moriría como una cucaracha en su último aliento, apoyada sobre su patita derecha, erecta por un segundo y muerta sobre su espalda, nunca vi una cucaracha muerta boca abajo si no era por un pisotón. En este momento elijo la misma suerte para alejarme del mundanal ruido, que es lo que ha empezado a emitir X antes de que se acerque y me aplaste.
Afortunadamente tengo este don de evasión ante los ataques externos.


Comentarios

Entradas populares